La Comisión Nacional de Derechos Humanos, declaró en el 2005, que el 10 de junio se conmemorará el Día Nacional del Lenguaje de Señas Mexicana, como una fecha en la que se reconozca la lengua.
Esta es la lengua de la comunidad de sordos en México y consiste en signos gestuales, articulados con las manos y expresiones faciales, miradas y otro tipo de movimientos dotados de función lingüística.
La LSM permite a las personas sordas desarrollar sus capacidades cognitivas y de socialización, incluso con personas oyentes que estén dispuestos a aprender su lenguaje.
Fue en el año 2003, cuando el Lenguaje de Señas Mexicana se declaró oficialmente como una lengua nacional, así como las lenguas indígenas y el español. Gracias a esto, se ha facilitado el uso de esta lengua para la educación del sordo, ya que antes estaba enfocada en la enseñanza para leer los labios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de la población en el mundo, tiene alguna pérdida de audición discapacitante que requiere rehabilitación.
Según las cifras, se espera que para el 2050 existan un total de 700 millones de personas con discapacidad auditiva, lo que supondría 1 de cada 10 personas.
Origen del Lenguaje de Señas Mexicana
Los antecedentes sobre la educación del sordo en México, se remontan al 15 de abril de 1861, cuando el presidente Benito Juárez, decretó una la Ley de Instrucción, donde en el artículo tercero señaló la creación de una Escuela de sordomudos.
En esta escuela destacaba la enseñanza del español en forma escrita y verbal, por medio del alfabeto manual, aunque no se enfocaba en enseñarles a verbalizar, sí les daba el aprendizaje del idioma español, especializado para sordos.
A partir de ahí, se fue formando el Lenguaje de Señas Mexicano que ahora conocemos y se oficializó en el 2003.
Ahora es la lengua oficial de 2.3 mexicanos con discapacidad auditiva y también para la población oyente que está dispuesta a aprender el lenguaje para comunicarse con ellos.
