Un enfermero de cuidados paliativos en Alemania fue declarado culpable del asesinato de 10 pacientes y del intento de homicidio de otros 27, luego de administrarles inyecciones letales de analgésicos y sedantes. El tribunal de Aquisgrán lo sentenció a cadena perpetua, en un caso que ha conmocionado a todo el país.
El caso que conmocionó a Alemania
De acuerdo con los fiscales, el hombre actuaba “para aliviar su carga de trabajo nocturna”, aplicando dosis fatales a pacientes en su mayoría ancianos y vulnerables. Los crímenes ocurrieron entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 en una clínica del oeste alemán, cerca de la ciudad de Aquisgrán.
El tribunal calificó los delitos como “particularmente graves”, reduciendo la posibilidad de que el acusado pueda salir en libertad después de los 15 años mínimos requeridos por ley. Aunque el fallo aún puede ser apelado, las autoridades investigan más muertes sospechosas vinculadas al enfermero.
Este caso ha despertado comparaciones con el del exenfermero Niels Högel, considerado el mayor asesino serial de la Alemania de la posguerra, condenado en 2019 por matar a 85 pacientes mediante inyecciones tóxicas que provocaban paros cardíacos.
Expertos en criminología advierten que este tipo de agresores dentro del sector médico aprovechan su acceso a medicamentos y la confianza de los pacientes para cometer los crímenes sin levantar sospechas. Casos como el de Charles Cullen en Estados Unidos o Elisabeth Wettlaufer en Canadá refuerzan la preocupación sobre los riesgos internos en hospitales y residencias asistenciales.
La justicia alemana espera que este veredicto envíe un mensaje contundente sobre la necesidad de supervisar más estrictamente al personal de salud y proteger a los pacientes más vulnerables del sistema médico.
Trabajadores, conductores y transportistas sufren horas de tráfico en Blvd. Federico Benítez













