El 29 de junio de 1995, es una fecha que muchos locales recuerdan en una mezcla de nostalgia, cariño e independencia, pues Playas de Rosarito dejó de ser delegación para convertirse en municipio independiente del Estado de Baja California, tras más de un siglo de pertenecer a Ensenada y Tijuana, respectivamente.
La independencia de Playas de Rosarito fue gracias a los ciudadanos
El logro fue resultado de una intensa lucha ciudadana encabezada por el Comité Pro Municipio, un grupo de líderes locales que trabajó sin distinción de partido, edad o religión para conseguir la aprobación unánime del Congreso del Estado.
Y esta decisión fue tan dramática que se tomó faltando cinco minutos para las 9 de la noche, consolidando así la creación del municipio independiente.
Crecimiento económico y turístico en Rosarito que lo llevaron a ser municipio
Durante los años setenta y principios de los ochenta, el crecimiento de Rosarito fue moderado pero constante. Sin embargo, a mediados de los ochenta comenzó un desarrollo acelerado del turismo, con la apertura de hoteles, restaurantes y servicios relacionados.
Para principios de 1990, la construcción de hoteles, condominios y centros comerciales marcó un impulso económico significativo para la ciudad. Esto llevo a que los ciudadanos vieran factible la independencia de la región hasta convertirse en municipio.
Finalmente, el 1 de diciembre de 1995, Rosarito fue oficialmente reconocido como el quinto municipio de Baja California, consolidando su identidad y autonomía administrativa.
Herencia cultural y raíces Kumiai; un legado que no se olvida
Antes de la llegada de los colonizadores, la zona era conocida por los Kumiai, quienes llamaban al lugar Uacatay, o “casas grandes”, porque durante el verano llegaban a la costa a pescar y recolectar mariscos.
Según los registros, originalmente el territorio era un rancho disperso llamado “El Rosario”, cuya historia se entrelaza con la cultura local y el desarrollo fronterizo.