A casi quince días de la tragedia en el Puente de la Concordia en Iztapalapa, donde 30 personas perdieron la vida—, un hallazgo de un especialista de la UNAM trastoca por completo la versión oficial: la pipa de gas LP no explotó. En realidad, el siniestro fue provocado por un fenómeno mucho más peligroso, pero menos visible.
¿Qué pasó realmente en el accidente de Iztapalapa?
La nube blanca: el verdadero desencadenante del fuegoContrario a lo que se pensaba, el tanque metálico nunca estalló. Según el profesor de Química de la UNAM Carlos Antonio Rius Alonso, hubo una fuga de gas: el LP líquido escapó, al mezclarse con el aire pasó a forma gaseosa, se enfrió y se dispersó, formando una densa nube blanca que quedó registrada en videos.
Esa nube —altamente inflamable— se desplazó arrastrada por el viento a lo largo de la vialidad. No fue el tanque el que detonó, sino esa masa volumétrica de gas, que actuó como una bomba de tiempo, esperando sólo una chispa para desencadenar el fuego.
Flamazo, no explosión en Iztapalapa
Lo que muchos identificaron como “explosión” fue en realidad un flamazo: cuando la nube encontró un punto de ignición. No hubo onda expansiva típica de un estallido, sino un fuego que se propagó sobre la masa de gas existente.
Rius Alonso advierte que la nube pudo ser altamente inflamable a 120 metros del camión e incluso mantener peligro hasta unos 800 metros de distancia. Fue la combustión rápida de este gas disperso lo que generó llamas de hasta 30 metros y devastó todo en su camino. De haber explotado el tanque, la magnitud del desastre podría haber sido incluso mayor.
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