Los hechos ocurrieron durante la noche del pasado viernes, cuando un mexicano mató a cinco migrantes en Texas, se trataba de una familia conformada por dos mujeres, un hombre y un niño.
De acuerdo con los primeros reportes, los migrantes originarios de Honduras se encontraban dentro de su casa, en Cleveland, Texas, cuando un miembro de la familia, identificado como Jeffrey Rivera, fue con su vecino a quejarse, ya que el hombre estaba realizando múltiples disparos.
Jeffrey Rivera dijo que sus hijos no podían dormir, por lo que acudió con su vecino, Francisco Oropeza, de 38 años, para pedirle que dejara de disparar, pero notó que estaba ebrio y arrastraba la lengua al hablar.
Lo vio dirigirse a su casa con un rifle
Minutos después, Jeffrey volvió a su casa, donde se encontraba toda su familia y dijo que vio a su vecino acercarse con un rifle, por lo que rápidamente buscó algo para defender a su familia, pero fue demasiado tarde.
Francisco Oropeza abrió fuego en contra de todos los integrantes de la familia, asesinando a cinco personas en total, entre ellos, un niño de ocho años.
Jeffrey logró escapar con vida y pudo dar aviso a las autoridades, sin embargo, toda su familia ya estaba muerta.
Dentro de las víctimas estaba el menor de ocho años y una joven de entre 14 y 16 años, mientras que los demás eran adultos de más de 40 años.
De acuerdo con la información de las autoridades, las mamás habían intentado proteger a sus hijos, pues sus cuerpos estaban colocados encima de ellos, sin embargo, todos fueron asesinados.
En estos momentos la policía está buscando al tirador, Francisco Oropeza, fue visto por última vez usando una camisa negra, jeans azules y botas de trabajo, además tiene el cabello corto y color negro.
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