En Mexicali se ha extendido la leyenda del fantasma de la Plaza Cachanilla, una joven que, según versiones, murió tras una traición amorosa o fue víctima de un asesinato. Otros dicen que se quitó la vida por desesperación, pero todos coinciden en lo mismo: su espíritu vaga por los pasillos del centro comercial, donde numerosos visitantes aseguran haber sentido su presencia del más allá.