La travesía de más de 3 mil vacas se convirtió en uno de los episodios más polémicos del transporte ganadero reciente. Tras diez semanas en el mar, los animales finalmente desembarcaron en Libia, cerrando un viaje marcado por rechazos sanitarios, muertes a bordo, bloqueos internacionales y una ola de críticas por parte de organizaciones dedicadas al bienestar animal.
Las vacas provenían de Uruguay con rumbo a Turquía
El barco Nada, una de las embarcaciones ganaderas más grandes del mundo, zarpó de Montevideo a mediados de septiembre con 2,901 bovinos destinados a Turquía. Sin embargo, el 21 de octubre las autoridades turcas rechazaron el ingreso del ganado al detectar inconsistencias en los certificados sanitarios. Desde ese momento, el buque quedó varado sin poder descargar y sin un destino claro.
El gobierno uruguayo explicó que la situación surgió por un conflicto comercial entre exportador e importador. Aunque inicialmente se contempló el retorno del barco a Uruguay, finalmente se concretó un destino inesperado: Libia, país con el que Uruguay no mantiene protocolos sanitarios vigentes para exportar ganado vivo.
Organizaciones como la Animal Welfare Foundation (AWF) expresaron profunda preocupación por el estado sanitario de los animales, quienes permanecieron más de dos meses en un barco que, según denuncias, no estaría preparado para una travesía tan prolongada. También alertaron sobre la falta de información respecto al manejo de las decenas de bovinos muertos, temiendo que algunos cuerpos fueran arrojados al mar, especialmente tras los apagones del sistema de geolocalización (AIS) del buque.
Informes preliminares señalan que entre 50 y 100 animales habrían fallecido, aunque la cifra oficial sigue sin confirmarse. La duración del viaje superó ampliamente los estándares internacionales, que recomiendan no exceder los 21 días.
Tras el desembarco en Libia, el Ministerio de Ganadería de Uruguay dio por cerrado el caso, asegurando que el episodio no compromete la confiabilidad sanitaria del país. No obstante, aún se esperan datos oficiales sobre el número final de animales vivos y las condiciones en que fueron recibidos.
La travesía concluyó, pero dejó abiertas importantes dudas sobre transparencia, bienestar animal y controles internacionales en el transporte marítimo de ganado.
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