En pleno siglo 19, cuando no existían cámaras ni redes sociales, la reina Victoria del Reino Unido ejercía una influencia comparable a la de los influencers actuales. Sus decisiones sobre moda, rituales sociales y estilo de vida se replicaban entre la población, imponiendo tendencias solo con mostrarse en público.

Así, su figura demuestra que la influencia social y cultural antecede por mucho a la era digital.