Cuando el cielo se oscurece y los truenos rugen con intensidad, es señal de que una tormenta eléctrica está en camino. Los rayos pueden alcanzar zonas alejadas del epicentro, por lo que es vital buscar refugio en edificios cerrados o vehículos con techo metálico. Nunca te resguardes bajo árboles, en colinas o cerca de cuerpos de agua.

Si no hay un lugar seguro cercano, lo mejor es agacharse con los pies juntos, minimizar el contacto con el suelo y cubrir la cabeza para reducir riesgos.