Un nuevo estudio médico ha revelado un vínculo directo entre una de las costumbres más comunes de la vida moderna y un problema de salud que afecta a millones de personas: el uso del teléfono inteligente en el inodoro y la aparición de hemorroides.
Según la investigación, publicada en la revista PLOS One, las personas que llevan sus dispositivos al baño tienden a pasar más tiempo sentadas, ejerciendo una presión excesiva sobre las venas de la zona pélvica, lo que causa hinchazón e inflamación. “Cuanto más tiempo se pasa sentado en el inodoro, peor es para uno”, afirmó la Dra. Trisha Pasricha, autora principal del estudio.
Usar el celular en el baño aumenta la posibilidad de hemorroides
La investigación encuestó a 125 adultos y encontró que el 66% de los participantes admitió usar sus teléfonos en el baño, principalmente para revisar noticias y redes sociales. Los gastroenterólogos que realizaron las colonoscopias de rutina encontraron que los usuarios de teléfonos tenían un 46% más de probabilidades de tener hemorroides. Este riesgo se mantuvo incluso al considerar otros factores como la dieta o el ejercicio.
Las hemorroides, aunque no son peligrosas, pueden causar incomodidad, dolor y, en algunos casos, sangrado. La Dra. Reezwana Chowdhury, de la Universidad Johns Hopkins, también advirtió que el uso del teléfono en el baño es “bastante desagradable”, pues las partículas microscópicas de orina y heces pueden terminar en el dispositivo.
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